Comencé contando de dos en dos,
luego aumente el salto,
contando de cinco en cinco,
ya no tengo que contar,
he quedado sin ovejas,
sin números, sin palabras,
sin canciones y sin historias.
Este post no es más que un hueso
mordido mil veces por mi perro,
estas líneas son pedacitos de papeles rotos
que se acumularon bajo mi cama,
estoy hundido y sin memoria
en la fosa de mi cotidianidad.
No he vuelto a tomar la medicina,
tal vez por eso mi esquizofrenia va peor,
ahora si quede arreglao:
con manifestaciones frecuentes de mi trastorno maniaco-depresivo,
absurdamente vacío y lleno de intestinos,
recorriendo mil caminos por las noches, sin destinos.
Este post no es mas
que mi deseo inconciente
de permanecer vivo,
de no seguir muriendo,
de seguir viviendo,
al fin de cuentas
es la única forma que conozco
de inmortalizarse…
escribiendo!